Sinopsis:
Contra todo pronóstico, Katniss ha ganado Los Juegos del Hambre. Es un milagro que ella y su compañero del Distrito 12, Peeta Mellark, sigan vivos.
Katniss debería sentirse aliviada, incluso contenta, ya que, al fin y al cabo, ha regresado con su familia y su amigo de toda la vida, Gale. Sin embargo, nada es como a ella le gustaría. Gale guarda las distancias y Peeta le ha dado la espalda por completo. Además se rumorea que existe una rebelión contra el Capitolio…
*Esta reseña puede contener uno que otro spoiler... *
Este libro me parece difícil de reseñar. Primero, porque todo el mundo lo ha puesto en un lugar muy alto lo que causó que me creara altas expectativas con él. Segundo, a pesar de que no ha llenado todas mis expectativas, el libro me parece muy bueno y hasta cierto punto adictivo, cuando empecé a leerlo técnicamente no pude dejar de hacerlo. Tercero, esperaba un triangulo amoroso por todo el alboroto que he visto en internet con eso de Team Peeta y Team Gale… bueno, tal triangulo no existe (si, se que muchas estarán gritando “herejía” pero acéptenlo, el triangulo no existe porque Katniss solo tiene ojos para uno de los chicos).
En esta entrega vemos como contra todo pronóstico, Katniss vuelve a participar en otros Juegos del Hambre. Todo suponíamos que ya que ella había vencido no tendría que volver a la arena, al menos no como una participante más. Menuda sorpresa al ver que ahora los tributos para estos juegos serán escogidos de los antiguos vencedores. La protagonista se ve envuelta en algo más grande que los juegos, en una inminente rebelión de los distritos contra la opresión del Capitolio. El mismo presidente Snow la amenaza, su familia y seres queridos están en peligro.
Parte de lo que no me gustó de este libro es que esperaba que de alguna forma la escritora hablara mas del pasado, que explicara cómo fue que todo termino gobernado por el Capitolio. Sé que no es necesario que ella desarrollara esa parte para que la historia contada en los Juegos del Hambre arrancara, pero sí creo fielmente que hubiese enriquecido el argumento y los lectores se hubiesen sentido más envueltos en esta historia.
Por otro lado tenemos a Katniss, en este libro la presentan más humana, tanto que ves como duda en varios momentos de la historia cuando dabas por sentado que ella iba a tomar una actitud sobre la supuesta rebelión de los distritos. Supongo que me equivoque con ella. Eso pasa.
Algo que me gustó mucho fue los momentos conmovedores que tiene En Llamas, cuando Katniss recuerda a Rue y da el discurso en el distrito de esta última, casi se me escapan unas lágrimas. Casi. Este libro tiene emociones fuertes, incluso que cuando muere un tributo te sientes mal, porque ya los conoces a todos.
Hablemos del famoso “triangulo”. Yo me esperaba estar tomando un bando en este triangulo (o más bien un ángulo) pero me pareció innecesario y hasta absurdo. En todo el libro es más que obvio que Peeta es el chico de Katniss, ella no lo admite pero sus acciones hablan por sí solas. Además de que Gale tiene tan poca participación en En llamas que no hay manera de que una se sienta identificada con él. Claro que me ha gustado su rebeldía, su ímpetu, pero no he visto nada más. El pobre sale tan poco que escogerlo a el por encima de Peeta para que sea interés amoroso para Katniss es improbable.
En resumen, el libro me parece muy aditivo, se lee bastante rápido. Su tema tan atípico (a pesar de que las distopias parecen estar de moda ahora mismo) hace que quieras saber cómo terminará todo. El final te deja en el aire, pidiendo a gritos por el tercero: Sinsajo.
Mi Puntuacion:
No hay comentarios:
Publicar un comentario