Sinopsis
La vida de Shannon se ha visto sacudida por un terremoto cuando descubre la identidad de su verdadero padre. Obedeciendo la última voluntad de su difunta madre, Shannon viaja a County Clare, Irlanda, para conocer a las hermanas que no sabía que tuviera. Abrigada y reconfortada por el vínculo que rápidamente se establece entre sus hermanas y ella, su corazón se ve capturado por el encanto de la campiña irlandesa y tentado por la atracción que siente por el criador de caballos Murphy Muldoon. En cuanto Murphy le pone los ojos encima a Shannon, sabe que es la mujer que lleva esperando toda su vida. Pero Shannon es una mujer pragmática. ¿Abrirá su corazón y su mente al eterno vínculo mágico que los une? ¿O rechazará el plan del destino y dejará a Murphy para regresar a su vida en América?
En esta tercera y última entrega de la serie Las Hermanas Concannon, encontramos a Shannon, la hija bastarda de Tom. Cuando su madre le revela esta verdad en el lecho de muerte, el mundo de Shannon pierde sentido. Shannon se siente engañada por su madre, y conocer el secreto tras su nacimiento la hiere mucho. Con ese ánimo, Shannon viaja a Irlanda a conocer a sus hermanas.
Allá la recibe una cálida Brianna y una mordaz Maggie, esta última y Shannon no se llevan muy bien cuando se conocen. También conoce a los respectivos esposos de sus hermanas: Grayson y Rogan. Es algo que me gusta de la escritora, como va mezclando en la historia los protagonistas de los anteriores libros. Vemos la vida familiar que llevan las parejas protagonistas de los libros pasados y cómo interactúan (una familia de ensueño).
El galán de este libro es el amigo de Brianna y Maggie de toda la vida: Murphy Muldoon, un hombre dedicado a sus tierras, irlandés hasta los huesos, acostumbrado al campo, digamos que algo así como la antítesis de la prota :P. Cuando Murphy la ve por primera vez se queda embelesado (literalmente) a un nivel que no logra pronunciar una frase coherente, se da cuenta que esta es la mujer que ha estado esperando desde que era niño. Aquí la escritora juega con una leyenda y el misticismo, una historia que une a los protagonistas, una jugada riesgosa, pero no le queda mal. Yo creo que la mejor forma de describir a Murphy es como intenso, inmediatamente se da cuenta de que ella es la indicada, inicia el cortejo puro y directo (Shannon no tenía oportunidad de salir ilesa de esa, la verdad :P).
Algo que siempre me ha gustado de esta serie es el escenario de la historia, es decir, los campos de Irlanda. Nora nos los describe como mágicos y hermosos. Tanto que algún día ir a Irlanda, a la parte silvestre y natural.
El libro es bastante entretenido, tiene mucho romance (tal vez un poco menos que el segundo) y se lee fácil. Una lectura para pasar el rato.
Mi Puntuación:
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