A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier otro grupo de adolescentes. Practican deportes, o tienen clases de arte donde sus profesoras se dedican a estimular su creatividad. Es un mundo hermético, donde los pupilos no tienen otro contacto con el mundo exterior que Madame, como llaman a la mujer que viene a llevarse las obras más interesantes de los adolescentes, quizá para una galería de arte, o un museo.
Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham y también fueron un triángulo amoroso. Y ahora, Kathy K. se permite recordar cómo ella y sus amigos, sus amantes, descubrieron poco a poco la verdad. El lector de esta espléndida novela, utopía gótica, irá descubriendo que en Hailsham todo es una representación donde los jóvenes actores no saben que lo son, y tampoco saben que no son más que el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
Hace un tiempo vi la película Never let me go y me enteré que estaba basada en un libro. Esta película me dejó una impresión indescriptible, es de esa clase que no dejan indiferente al espectador. Con eso en mente me hice con el libro. Encuentro que en la película le cambian muchas que cosas, pero se podría decir que en esencia es parecida al libro. Si no has visto la película, te recomendaría que leyeras el libro primero.
La historia es narrada por Kathy, quien ya adulta comienza a rememorar los tiempos de su niñez cuando vivía en Hailsham, una especie de internado donde pasó gran parte de su vida. Los recuerdos de Kathy son escurridizos y no muy precisos, en momentos admite que no recuerda muy bien que pasó o que dijo en una situación específica, incluso que se arrepiente o se avergüenza de cómo actuó en algunas situaciones pasadas. El libro te da la sensación de que estuvieras leyendo las memorias de Kathy, te hace conocerla más y poder percibir lo que ella siente. Respecto a este punto, el de los sentimientos, el autor no se inclina por llenar la historia de momentos “sensibleros” al estilo Hollywood, sino que crea escenas que conmueven al lector debido a la situación y las circunstancias, esto fue algo que me agradó mucho.
Los dos personajes más importantes después de Kathy son Tommy y Ruth. Ellos crecieron con ella en Hailsham, así que están presentes en la mayor parte del relato de Kath. Eran los mejores amigos de la protagonista, y según va avanzando la historia su relación evoluciona a una dinámica algo compleja. Ruth es como una de esas chicas que dicen ser tu mejor amiga pero es muy manipuladora y egocéntrica. Tommy para mí es todo un lio: algo reservado, alienado por sus compañeros de clases, y propenso a explotar de vez en cuando.
El libro tiene un misterio que el autor va desvelando de a poquito, en mi caso ya yo sabía de que se trataba pues había visto la película (por lo que reitero el consejo de leer el libro primero). La forma en como Kazuo Ishiguro va mostrando la verdadera naturaleza de la historia me la encontré muy bien lograda.
Hay una escena de la película que logró conmoverme al nivel de las lagrimas (con el libro no lloré porque ya sabía lo que venia, pero igual y el momento volvió a conmoverme). Nunca me abandones es una historia que deja huella y te hace pensar. Muy recomendada.
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