Desde que era una niña, Emma Grant ha sido una romántica empedernida. Así que no es de extrañar que haya hecho de su vocación el encargarse de todos los arreglos florales que una boda conlleva. Cada día, se pone manos a la obra con sus flores y tiene como compañeras a sus tres mejores amigas. Desde luego no podría tener un trabajo mejor.
En apariencia, la vida amorosa de Emma va viento en popa. Esbelta y seductora, cada vez que entra en una habitación la llena de color, tal y como lo hacen sus arreglos. Pero aunque no le faltan hombres a su alrededor, todavía no ha encontrado a Míster Perfecto. Y el último lugar donde espera encontrárselo es debajo de sus narices.
Y ahí es precisamente donde está Jack Cooke, que ha sido el mejor amigo del hermano de su compañera Parker durante años, lo que prácticamente le convierte en familia. Pero este arquitecto ha empezado a darse cuenta de que sus sentimientos por Emma se han transformado en algo más que simple amistad. Así que cuando Emma corresponde a su pasión –con besos abrasadores– las cosas empiezan a complicarse…
Jack huye del compromiso y Emma quiere un amor que dure toda la vida. Si ambos esperan encontrar un punto intermedio a estas dos posturas tan dispares, tienen que empezar a confiar en su relación... y en sus corazones.
Debo aclarar que cuando comencé a leer esta serie, Cuarteto de Bodas, me quedó bien claro que estas historias eran sencillas con finales felices. O sea, hablamos de cuatro amigas que tiene una amistad preciosa y que han logrado montar un negocio haciendo lo que cada una ama, y no solo eso, el negocio es todo un éxito. Así que cada libro trata de cómo cada una de las integrantes de este grupo encuentra el amor de su vida. Cada una tiene una personalidad distinta a la de las otras.
En Rosas sin espinas nos encontramos con la historia de Emma, la florista, la romántica empedernida de las cuatro, la que siempre ha creído en cuentos de hadas, la que tiene una familia perfecta donde sus padres se adoran, en fin que todo en la vida de esta florista es color de rosa. Por otro lado tenemos a Jack, un arquitecto algo mujeriego, con miedo al compromiso, que ha sido amigo del cuarteto desde hace tiempo.
Cruzar la línea de la amistad al amor no debería de ser algo tan sencillo, aunque en el fondo Jack se ha sentido atraído por Emma desde hace un tiempo. Aquí tenemos estos dos amigos que en teoría no son compatibles pero que forman en cuadro perfecto. Cual es mi problema con esta historia? Pues que todo se da demasiado fácil y sin muchos problemas. No solo eso, para mí a ellos dos les falta chispa como pareja.
La historia tiene sus momentos, pero en su mayoría es bastante predecible y aburrida. Emma como personaje deja mucho que desear y Jack como galán simplemente no me convence.
Lo que me ha gustado de la historia ha sido la dinámica con los otros personajes: el cuarteto, Del (el hermano de Parker) y Carter (el novio de Mac). Otro punto a su favor es que la escritora pone pistas de cuales serán las próximas parejas. Es lo que me ha motivado a seguir con esta serie.
En general diría que este libro ha sido muy ligero, le falta algo de chispa para ser una historia romántica en toda regla.
Mi Puntuación:
(3.7/5)
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