Vivian Gandillon adora el cambio, el dulce salvaje dolor que la convierte de chica a loba. A sus 16, ella es hermosa y fuerte, y todos los jóvenes lobos están detrás de ella. Pero Vivian aún sufre por su padre muerto; su manada sigue sin líder y en desorden, y ella se siente perdida en los suburbios de Maryland. Ella ansía una vida normal. Pero que es normal para un hombre lobo?
Entonces Vivian se enamora de un humano, un “chico-carne”. Aiden es amable y tierno, un respiro a su desastrosa manada. Él está fascinado por la magia, y Vivian muere por mostrarse tal cual es ante él. Seguramente ella entendería y disfrutaría en la maravilla que es su doble naturaleza, no tendría miedo de ella como un humano común y corriente.
La lealtad dividía de Vivian se ve forzada cuando unos brutales asesinatos amenazan con exponer a la manada. Moviéndose entre dos mundos, donde parece no pertenecer a ninguno, y sus acciones pueden poner en peligros a ambos mundos. Que es ella realmente: Humana o bestia? Que sabe más dulce: la sangre o el chocolate?
Tuve sentimientos encontrados con este libro, porque lo odié y adoré en partes iguales. No es tu típico libro juvenil paranormal. Para empezar, Vivian es todo menos angelical. La atracción que siente hacia Aiden (si, porque es pura y mera atracción, nada de amor) es bastante hormonal o quizás yo diría algo salvaje, ella quiere morderlo… literalmente. Aiden es un hippie despreocupado y algo tímido, que no tiene forma de llegar a los niveles de intensidad de Vivian porque para empezar él es un simple humano y ella una chica lobo (detalle que el desconoce).
Me sorprendió que en esta clase de libro (o sea Juvenil), la protagonista fuese tan abierta con sus deseos y su sexualidad, definitivamente no es algo que ves muy a menudo en un libro para jóvenes.
Este es el primer libro que leo donde la protagonista es una chica lobo, así que no sabía que esperar. El sentido de cómo funciona la manada, no me gustó mucho. Primero, son algo bestiales, no tienen miedo de mostrar sus instintos animales (yo diría calenturientos) unos con otros. Es una sociedad bastante machista, y el trato que les dan a las mujeres no me gusta. La madre de Vivian, Esmé (si, igual que la “madre” de Edward de Twilight) parece no tener instinto maternal, ni mucho pudor y menos vergüenza. Al año de morir su esposo, ya ella anda detrás de muchachos lobos que podrían ser sus hijos, y no tiene el menor reparo en pelearse (con otra mujer lobo) por ellos. El personaje simplemente me disgustaba. El cortejo de los chicos lobos hacia Vivian era algo salvaje, cero romanticismos, mas al estilo de “te quiero morder, muñeca”, hecho que tampoco me agradó.
Lo que me gustó del libro es que no es nada típico, de hecho la historia da un giro a mitad de libro, que la hace bastante interesante y quieres saber que va a pasar. También hay personajes que cambian durante la trama. No diré más para no desvelar el misterio.
Creo que este libro no le va a gustar a mucha gente, más porque no cumple con los típicos patrones de romántica juvenil paranormal. A mí me gustó, el giro de la historia y el final de la misma es algo que le aplaudo a la autora, le quedó muy bien.
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