Jenna, de 17 años, ha despertado de un coma de un año (o eso le han dicho) y aun se sigue recuperando de un terrible accidente que le causó el coma. ¿Pero qué pasó antes del accidente? A ella le han estado mostrando grabaciones de video familiares que muestran su vida cronológicamente, lo que hace aflorar los recuerdos. ¿Pero estos recuerdos realmente son de ella? ¿Y porque nadie en su familia habla del accidente? Jenna va tornándose más y más curiosa. Pero ella también tiene miedo de lo que pueda descubrir si finalmente saca el coraje para hacer sus preguntas.
Este libro ha sido una grata sorpresa, la verdad no sabía que esperarme. Jenna ha despertado de un largo coma, o eso le dijo su familia, y no recuerda absolutamente nada de su pasado. No reconoce a nadie de su familia, y no tiene idea de quien es realmente. Ella vive con sus padres y su abuela materna (que parece no tenerle mucho cariño), ellos le suministran unos videos caseros que muestran su vida de forma cronológicamente. Jenna comienza a ver estos videos y algunos recuerdos comienzan a salir a la superficie. El problema es que ella no reconoce a la niña de los videos, se siente algo diferente a ella. Hasta aquí contaré la historia, este es uno de los libros que es mejor leerlo sin tener muchos detalles de la trama, ya que hay muchos misterios envueltos.
Me ha gustado como es contada la historia, Jenna narra en primera persona y cada nuevo descubrimiento es una pieza más de quien es Jenna Fox, que es lo que realmente quiere, quien es. Para mí, la historia trata de cómo ella se auto-descubre. Como ella no recuerda nada luego de despertar del coma, es como si cada cosa fuera un nuevo descubrimiento. Todo por primera vez, y las líneas de Jenna logra transmitir muy bien ese sentimiento.
Al principio puede parecer un poco lento, pero cuanto logra arrancar, te encuentras igual que Jenna, ansiosa de descifrar todos los enigmas. Lo recomiendo.
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