Natalie y Tom son dos amigos desde que eran apenas unos niños, pero sólo amigos. Ahora a sus treinta y tantos años, Nat ve cómo su vida se desmorona: después de una larga relación ha roto con su novio; desprecia su trabajo; siente que las distancias con los suyos se van haciendo más y más grandes. En tales circunstancias, Tom reaparece para invitarla a probar un juego diferente, un divertimento para olvidarse de todos sus males. Le propone redescubrirse pasando los siguientes veintiséis fines de semana con él: cada uno diferente, cada uno con un tema original a partir de una letra del alfabeto: A de alpinismo, B de ballet, C de canoa...
Durante su "viaje alfabético", Natalie aprenderá cosas sobre sí misma y sobre su entorno, cosas que desconocía y que no sospechaba, al tiempo que se aleja de las prejuiciosas miradas de los demás y madura en su autoestima.
Alrededor del juego del alfabeto, varias tramas y relaciones amorosas irán cambiando de tono con el paso de los meses: de la felicidad aparente a la tediosa rutina; del deseo de lo prohibido a la aventura y la frustración del engaño; del agotamiento de los sueños en común a las nuevas ilusiones.
El mayor pecado de Elizabeth Noble es haber hecho este libro tan soso. Con la premisa que se lee en la contraportada uno pensaría encontrar una historia llenos de momentos eléctricos entre Natalie y Tom, pero nada más lejos de la realidad. Natalie acaba de salir de una relación no muy buena que tenía con un egocéntrico llamado Simon; Tom (que al parecer lleva muuuucho tiempo sintiendo algo más que amistad por Nat) le propone que jueguen a estos fines de semanas alfabéticos donde realizaran una actividad que inicie con una letra del abecedario, todo con el fin de que ella descubra que él es un buen candidato para ella.
¿Porque es que no se nota la química entre Natalie y Tom? Esa fue la pregunta permanente que tuve mientras leía este libro. Tom es un buen muchacho, pero Natalie parece no estar muy convencida, uno no sabe si le gusta o no, que es lo que pretende. Por otro lado hay otras mini-historias que pertenecen a los familiares de Tom y Natalie, que si bien aportan algo, no hacen que el libro mejore o enganche.
La historia es bastante predecible, los personajes no son nada espectaculares y como se relata la trama no despierta ningún interés en el lector lo que da como resultado un libro aburrido.
Totalmente deacuerdo :)
ResponderEliminar